Formación de catequistas para la iniciación cristiana de adultos

Guiado por el Directorio General para la Catequesis, el autor expone algunos criterios básicos para la formación de catequistas de iniciación cristiana de adultos, desde los ámbitos del ser, del saber y del saber hacer. El SER del catequista consiste ante todo en ser testigo de Jesucristo, lo cual i...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Ahumanda Enrique, García (Autor)
Tipo de documento: Electrónico Artículo
Lenguaje:Español
Verificar disponibilidad: HBZ Gateway
Fernleihe:Fernleihe für die Fachinformationsdienste
Publicado: CEBITEPAL 2006
En: Medellín
Año: 2006, Volumen: 32, Número: 128, Páginas: 619-634
Otras palabras clave:B Catequista
B Iniciación Cristiana
B Kerigma Misionero
B Directorio General de la Catequesis
Acceso en línea: Volltext (kostenfrei)
Descripción
Sumario:Guiado por el Directorio General para la Catequesis, el autor expone algunos criterios básicos para la formación de catequistas de iniciación cristiana de adultos, desde los ámbitos del ser, del saber y del saber hacer. El SER del catequista consiste ante todo en ser testigo de Jesucristo, lo cual incluye su madurez humana, cristiana y apostólica. En el campo del SABER, el catequista, además de la cultura general, necesita los saberes exigidos por su tarea propia: el saber bíblico-teológico y el saber de las ciencias humanas como la psicología, la comunicación, la antropología y la sociología. En el SABER HACER, el catequista necesita la aptitud y habilidad de comunicar el mensaje evangélico, tanto en su primer anuncio como en la educación de la fe. En lo específico de la iniciación cristiana, el catequista necesita tener claro el proceso de evangelización, desde el despertar las inquietudes humanas básicas por la trascendencia y sentido de la vida para abrirse a la dimensión religiosa, el anuncio entusiasta del kerigma misionero y la iniciación paciente en la vida cristiana de modo que el Evangelio se haga vida en los iniciados.
Guiado por el Directorio General para la Catequesis, el autor expone algunos criterios básicos para la formación de catequistas de iniciación cristiana de adultos, desde los ámbitos del ser, del saber y del saber hacer. El SER del catequista consiste ante todo en ser testigo de Jesucristo, lo cual incluye su madurez humana, cristiana y apostólica. En el campo del SABER, el catequista, además de la cultura general, necesita los saberes exigidos por su tarea propia: el saber bíblico-teológico y el saber de las ciencias humanas como la psicología, la comunicación, la antropología y la sociología. En el SABER HACER, el catequista necesita la aptitud y habilidad de comunicar el mensaje evangélico, tanto en su primer anuncio como en la educación de la fe. En lo específico de la iniciación cristiana, el catequista necesita tener claro el proceso de evangelización, desde el despertar las inquietudes humanas básicas por la trascendencia y sentido de la vida para abrirse a la dimensión religiosa, el anuncio entusiasta del kerigma misionero y la iniciación paciente en la vida cristiana de modo que el Evangelio se haga vida en los iniciados.
Obras secundarias:Enthalten in: Medellín