Le "Vestigia trinitatis" nella natura e la relazionalità dell'essere: Un contributo al patto educativo globale
El Pacto global por la casa común puede entenderse como una nueva propuesta de la "lex naturae", atribuible a la "alianza noajica" y que constituye en las Escrituras no sólo con toda la humanidad, sino también con todo ser vivo que existe con la humanidad. El genero humano, "...
| Main Author: | |
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| Format: | Print Article |
| Language: | Italian |
| Check availability: | HBZ Gateway |
| Journals Online & Print: | Drawer...
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| Fernleihe: | Fernleihe für die Fachinformationsdienste |
| Published: |
2021
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| In: |
Antonianum
Year: 2021, Volume: 96, Issue: 1, Pages: 163-183 |
| IxTheo Classification: | CF Christianity and Science NCG Environmental ethics; Creation ethics RF Christian education; catechetics |
| Summary: | El Pacto global por la casa común puede entenderse como una nueva propuesta de la "lex naturae", atribuible a la "alianza noajica" y que constituye en las Escrituras no sólo con toda la humanidad, sino también con todo ser vivo que existe con la humanidad. El genero humano, "vicario de Dios en la obra de la creación", está cargado de renovar esta alianza. "Casa" es un concepto relativo: "la utilidad de la casa radica en su no ser", es decir, en etar dotada con habitaciones, puertas y ventanas; por tanto, la naturaleza es casa porque es un espacio disponible no solo para algo sino para alguien. Sin el punto de vista privilegiado del habitante, el problema ecológico tampoco existe, ya que la evolución misma es ciega y todo desenlace le es indiferente. Pero, ¿quiénes son los habitantes de esta casa? Desde una perspectiva escatológica, la creación debe convertirse en la "casa de Dios con los hombres". La sensación de vacío que percibimos en el mundo secularizado también puede entenderse como una necesidad de Dios. Habitar (en consonancia con Haber) la casa común significa no sólo estar allí, sino tener ser, es decir, hábito, frecuentación, costumbre. Pero para que sea habitada y cohabitada, la casa común que es el mundo debe gestionarse con oikonomía, según tres niveles: natural (ecología), artificial (tecnología y economía), cultural y religioso (ecuménico y diálogo). El vacío que encontramos en el mundo se refiere a un exceso, la falta a una presencia; como la impresión de una huella (vestigium). Por eso, la finitud del mundo mismo es un "vestigio" del "paso" del Creador. Investigar la Sabiduría es seguir sus vestigios tanto por abdución como por imitación o seguimiento. Las huells "invisibles" de Dios en la Historia y en la Naturaleza se revelan para el Cristianismo como vestigia Trinitatis: como dive Buenaventura, el metafísico ve a Dios como el principio originante, el medio ejemplar y el fin plenificante de todo lo creado; el creyente lo comtempla como Padre, Hijo y Espíritu. Si los vestifios son el vacío que en todo remite al exceso, entonces cada cosa no sólo existe en relación con los demás, sino es en relación, más aún, es relación con el Creador, cuyo reconocimiento se abre al agradecimiento. El conocimiento sin reconocimiento y agradecimiento es diabolico: es pretender sin esperar, es apropiarse del fruto del árbol del conocimiento, en lugar de acoger el fruto del árbol de la Vida. The Global Compact for the common home can be understood as proposing anew the "lex naturae," traceable to the "Noahite Alliance". This is the original pact, the most universal one, stipulated, not only with the whole of humankind, but also with every living being together with humankind. Humankind, "God's vicar in the work of creation", is tasked with renewing this alliance. "Home" is a relative concept: "the usefulness of the home is in its non being", namely in its being endowed with rooms, foors, and windows; wherefore nature is a home because it is a space available, not only for some thing but for for someone. Outwith the privileged perspective of a place of abode, the ecological question does not exist, given that evolution, on its own, is blind, and is indifferent to any result. Yet who are the dwellersin this home? In eschatological perspective, the created order is to become "the dwelling place of God with human beings". The feeling of emptiness that we perceive in a secularised world may be understood also as a need for God. Inhabiting (from the frequentative of the Latin habere, to have) the common home means, not only being there, buy having-be-ing, namely making a habit of it, using it, being accustomed to it. Yet, in order for it to be inhabited, and inhabited together, the common home that is the world must be managed with oikonomía, on three levels: the natural (ecology), the man made (technology and the economy), the cultural and religious (ecumenism and dialogue). The emptiness that we find in the world points to a fulness, the absence to a presence; just as a footprint points to a tread (vestigiium). In this manner, the finitude of the world itself is a "trace" of the "passing through" of the Creator. Searching for Wisdom (Sapientia) means retracing his vestifia, both by abduction and by imitation or following. The "invisible" traces of God in History and in Nature are revealed to Christian faith to be vestigia Trinitatis: As Bonaventure says, the mataphysician considers God as the originating principle, the exemplary centre, and the fulfilling end of all things; the believer contemplates Him as Father, Son, and Holy Spirit. If the vestigia are the void that in every thing refers to the fulness, then every thing is, not only in relationship to every other thing, but is, nost of all, in relationship to the creator, acknowledging Whom leads to thanksgiving. Knowledge without acknowledgement and thaksgiving is Luciferian; it is to presume, to demand without waiting for an answer, it is taking for oneself the fruit od the tree of knowledge, rather than accepting the fruit of the tree of Life. |
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| ISSN: | 0003-6064 |
| Contains: | Enthalten in: Antonianum
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